lunes, 3 de marzo de 2008

Padre Hurtado


Gracias por estar ahí espiritualmente.
Gracias por darme esa paz infinita.
Gracias por cuidarme.
Gracias por cuidar de mi hijo.
Y por cuidar a la gente que quiero.
Gracias por escucharme, pues aunque sé que no estás fisicamente, de algún modo estas cerca.

Porque te tengo un cariño especial.
Escribo hoy sobre ti ...

Mil gracias en verdad.