sábado, 19 de mayo de 2007

Encantos.


Me encanta la lluvia...

Me encanta saltar en esas pozas y mojarme ...

Me encanta sentarme a tomar un café...

Me encanta comer un chocolate, con la estufa encendida, poner exelente música y ver como llueve afuera...

Me encanta el olor a incienso y a madera mojada...

Me encanta conversar de la vida, y a veces por diversión, de cosas sin sentido alguno...

Me encanta soñar despierta...

Me encanta caminar por los parques en otoño y ver las hojitas caer...

Me encanta sacar fotos ...

Me encanta regaloniar a la gente que quiero....

Me encanta cocinar ...

Me encanta todo lo simple de la vida....

Y me encanta ser feliz con eso....



:)

viernes, 18 de mayo de 2007

No es solo decir adios...


-¿Juguemos a las escondidas?- Le dijo aquella niña a un fantasma.
-Claro, pero yo cuento –Le respondió.
La niña se fue a esconder, lo único que quería era ocultarse del fantasma. Pues el traía recuerdos, dolorosos, que quería borrar.
El fantasma se demoro más de 10 minutos en encontrarla, pues la niña había sido cautelosa y logró separarse un momento de los recuerdos que le dolían.
-Por fin te encontré, juguemos de nuevo, pero está vez tú cuentas. –Dijo el fantasma.
Y la niña, fue a contar. Terminó y fue a buscar a su seudo amigo. Se demoró 5 minutos y al encontrarlo el fantasma le dijo.
- No me puedo esconder por mucho tiempo, siempre aparezco cuando menos te lo imaginas. Es como cuando te escondiste, pudiste separarte de mi más de 10 minutos, pero no más. Pues siempre me tendrás cerca de ti.
-Pero quiero ocultarme, no quiero saber más de ti –Dijo la niña entre sollozos.
-Pero no puedes, entiéndelo, esos recuerdos fueron a causa de personas o hechos. Nunca se borran, porque quedan grabados en tu corazón para siempre.
La niña se sentó, saco de su bolsillo unas fotos y las observaba cuidadosamente. Después de un rato, las guardó y miró al fantasma.
-Tienes razón, estarás siempre conmigo, hasta que muera. Esto no es solo decir adiós.
Y al decir esto, la niña y el fantasma caminaron a casa en silencio.

Necesidad


“Tengo la necesidad de prender un incienso, escuchar música relajante y comer chocolate con una taza de café..
Incienso: de vainilla por supuesto, o también puede ser de coco, sándalo o chocolate.Música de relajo: Banda sonora de la película Amelie. Puede ser otro tipo de música, pero hoy es este y así será.
Chocolate: costa nuss nougat, dice que el chocolate entrega cierto placer y tranquilidad. Yo, como soy obediente, como chocolate y pruebo si esto es cierto. Todo esto con un fin netamente científico.
Café: Nescafé ...simple.
Mi mente: En otro lugar, y es porque quiero que así sea, no quiero pensar en ciertas cosas. Solo en comer mi chocolate,tomar mi café, escuchar música y sentir el aroma del incienso. Mientras, sueño con estas melodías francesas, creyendo estar caminando por alguna callecita. O, talvez, tomando un café al aire libre fumando un cigarrillo. Aunque no fume, es parte de mi sueño.
¡Tantas cosas se me vienen a la cabeza con aquellas canciones!
Y de repente, aparece el monstruo de la realidad y me ataca sin que me de cuenta:
-¡HIJA!-grita mi papá-Ven a buscar la bandeja por favor.
Y a la pieza de mis papás voy, tranquila, en busca de la bendita bandeja con resto de migas de pan y algo de té.
Cuando por fin, vuelvo a mi pieza, lugar donde habitan mis sueños, penas y otras cosas, entro en mi mundo de fantasías y vuelvo a imaginar...
Después de un rato, el monstruo de la realidad, muy respetuosamente, me pide que vuelva al mundo de la realidad, y como me lo pidió de una manera muy educada, le hago caso y vuelvo.
Es increíble que solo con prender un incienso, escuchar música relajante, tomar café y comer chocolate pueda hacer que mi mente esté en otro lugar, imaginando cosas maravillosas y tratando de olvidar lo que no quisiera recordar.”

Rincón.


“A veces me siento solo en este rincón. Me tienen abandonado, ya no juegan conmigo. Quisiera volver en el tiempo, cuando yo era lo que más querían, me abrazaban, dormían conmigo y me llevaban a todos lados. Pero esos días terminaron. Ahora soy un triste oso de peluche tirado en un rincón, olvidado por todos y querido por nadie”