viernes, 18 de mayo de 2007

No es solo decir adios...


-¿Juguemos a las escondidas?- Le dijo aquella niña a un fantasma.
-Claro, pero yo cuento –Le respondió.
La niña se fue a esconder, lo único que quería era ocultarse del fantasma. Pues el traía recuerdos, dolorosos, que quería borrar.
El fantasma se demoro más de 10 minutos en encontrarla, pues la niña había sido cautelosa y logró separarse un momento de los recuerdos que le dolían.
-Por fin te encontré, juguemos de nuevo, pero está vez tú cuentas. –Dijo el fantasma.
Y la niña, fue a contar. Terminó y fue a buscar a su seudo amigo. Se demoró 5 minutos y al encontrarlo el fantasma le dijo.
- No me puedo esconder por mucho tiempo, siempre aparezco cuando menos te lo imaginas. Es como cuando te escondiste, pudiste separarte de mi más de 10 minutos, pero no más. Pues siempre me tendrás cerca de ti.
-Pero quiero ocultarme, no quiero saber más de ti –Dijo la niña entre sollozos.
-Pero no puedes, entiéndelo, esos recuerdos fueron a causa de personas o hechos. Nunca se borran, porque quedan grabados en tu corazón para siempre.
La niña se sentó, saco de su bolsillo unas fotos y las observaba cuidadosamente. Después de un rato, las guardó y miró al fantasma.
-Tienes razón, estarás siempre conmigo, hasta que muera. Esto no es solo decir adiós.
Y al decir esto, la niña y el fantasma caminaron a casa en silencio.

1 comentario:

Javiera dijo...

esas huellas te dejan marcada siempre. me lo dices a mi
ñnda historia Jota, buen blog al igual q el mio xD