miércoles, 28 de enero de 2009

Sorpresas


Y de la nada, gente que ya no está, te sorprende.
Es raro pensar que de la noche a la mañana, otra vez sientes que todo ha vuelto, tienes ganas de mirar a esa persona a los ojos, sentir sus abrazos, escuchar su voz, su risa. Simplemente volver a estar cerca y quizás decirle una vez más cuanto lo (o la) quisiste.

Tengo la sensación, al cerrar mis ojos, de volver a ese día lluvioso de julio, hace cuatro años, en ese café en la Plaza Mulato Gil, escuchar otra vez "La despedida" de fito paez de fondo y mirar fijamente la taza ya que no podía mirar a esa persona a los ojos.
Es volver una vez más, a esa fría sala de hospital y ver como doctores y enfermeras se paseaban por delante de Pepe, de mis amigos y de mi, sin decirnos nada.
Y recordar ese día en que te dije adiós, y nunca supe si me oíste.

Y de la nada, cuatro años después, vuelves a aparecer con una carta, que aunque ya no estés aquí, me haces sentir otra vez, cerca tuyo ...