miércoles, 20 de febrero de 2008

Ni llueve, pero salió.

He quedado sola con este día de lluvia, con esta taza de café, y un poco de tu recuerdo. Vierto lentamente el café en la memoria, la lluvia golpea dentro de mi taza y tú, caes gota a gota sobre estas horas frías...
Porfin la lluvia para, la taza de café esta vacía. Abres la puerta y porfin llegas.
Me abrazas, me besas...

Y, juntos en la cama, nos quedamos solos, en un nuevo día de lluvia.

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