jueves, 12 de marzo de 2009

Olor a chocolate.


Hace años que no sentía tan maravilloso olor. El chocolate se encuentra en varios lugares y todos tienen una caracteristica distinta, pero ese olor en partícular me llevaba a mi niñez, a mis años en Seminario en la casa de mis abuelos y en esos bellos recuerdos que quedan en fotografías.
Fué caminando por Barrio Paris, buscando algo específico, hacia un calor horrible y eso que ya es Marzo. Aún quedan esas tiendas antiguas, esas que no quieren desaparecer y nos recuerdan los años "dorados" de Santiago, cuando las damas vestían elegantes vestidos y los caballeros andaban con sus sombreros y relojes de bolsillo. Pasé por una lavanderia, una peluqueria y llegué finalmente a esa "Chocolatería" que todavía tiene ese toque de los años 20, con frascos y vitrinas llenas de chocolates, dulces y mazapán.
Me quedé un rato observando hasta que los vi, los famosos chocolates de leche y chocolate en rama. Recordé como mi Tata me tenía esos chocolates todos los sábados cuando ibamos a almorzar a su casa, nunca supe donde los compraba, pensé que era por San Diego, donde él trabajaba, pero no habían chocolaterias en ese sector solo unas cuantas botillerias y "puntos dulces" donde vendian chocolates de marca por mayor.
Entré a la tienda y pedi 100 gramos de cada uno. Los metieron en unas bolsitas blancas y el señor me sonríe, los pago y me voy. Me siento en una banca y los abro...ese sabor tan exquisito que sentí por tantos años y que por otros tantos había desaparecido. Hoy volví a reencontrarme con ellos y como nueva tradición por lo menos una vez por semana tengo que ir (o trato) y sentir el olor a chocolate. (Y comerlos, obviamente)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejameee uno!!
Lo que es tener antojos eeehhh!
I lo yu!